El nuevo mundo en alquiler

Los dos temas sobre los que estoy escribiendo últimamente y que los lectores que me sigan ya habrán adivinado están muy relacionados. Me interesan las nuevas tendencias que se han acelerado por la Crisis Covid y que tienen impacto en las empresas y en sus respectivos modelos de negocio y también la nueva economía circular y colaborativa que según mi opinión es una de las tendencias globales más trascendentes junto con la robotización y la inteligencia artificial.

En este artículo quería detenerme sobre algo imparable que el lector ya conoce pero que me encargaré de profundizar. Se trata de la nueva forma de consumir que las nuevas generaciones proponen y que afectará de forma radical a muchos sectores, empresas y modelos de negocio.

Estoy hablando de consumo por servicio, de la muerte de la propiedad como forma de consumir. Todos conocemos Spotify y Netflix lo que quizás no conozcamos es que esta tendencia hacia el pago por uso no tiene reversión, absolutamente todo va tender hacia esa forma de consumir. Las principales razones son sencillamente los cambios propuestos por los propios consumidores, especialmente las nuevas generaciones que se denominan Millennials y Zeta. Dos son las características que ambas generaciones comparten, la conciencia y responsabilidad medioambiental y también un menor poder adquisitivo debido a modelos laborales más precarios y en definitiva una menor renta disponible. Por tanto una razón ideológica y otra económica. Me parece interesante detenerse en esta forma de analizar las generaciones para entender mejor sus valores e inquietudes y por ende los cambios que nos proponen. Se dice que la generación Millennial es aquella que nació entre 1981 y 1993 y por tanto aquellos que actualmente tienen entre 27 y 39 años y se considera que son la 1º generación global porque comparten los mismos valores independientemente de su país de origen. Han crecido con el inicio de la digitalización y especialmente en España su acceso al mercado laboral estuvo marcado por la situación de crisis que atravesamos en 2011. Recuerden que muchos de ellos dejaron España en busca de una oportunidad laboral. Es una generación muy criticada pero ha sido la primera en tener una conciencia ecológica que han demostrado por ejemplo con una vida más sana y una alimentación más saludable. La siguiente generación es la que nació entre 1994 y 2010 y actualmente tienen como mucho 26 años. Su principal característica es que son nativos digitales (nacieron con móviles, el Iphone se presentó en 2007), dicen además que es la 1º generación que depende únicamente de su talento sin que influya su procedencia social, son altamente creativos, autodidactas y sus capacidades tecnológicas nativas le permiten una total adaptabilidad a un mercado laboral impredecible e inestable. Estas generaciones no tienen interés por la propiedad y si por el pago por uso. Son las generaciones “dueñas de nada y usuarios de todo”

Este cambio lo estamos ya viviendo en muchos sectores, el más conocido es el de los coches. Personalmente vivo a 10 Km de Palma donde trabajo y no hay día que no piense lo absurdo de desplazarse diariamente, solo, hasta el parking en un coche diesel premium. Las generaciones que mencionaba, los más jóvenes, ya ni se sacan el carnet de conducir. El sector del automóvil es sin duda uno de los principales afectados por este cambio de tendencia, pero no es el único. Tenemos ejemplos difíciles de entender como por ejemplo el alquiler de ropa. Las grandes marcas ya están empezando porque saben que les va a tocar el turno al igual que a sus colegas de los coches. El consumo de moda por alquiler es sin duda una forma más sostenible que pone en jaque ventajas competitivas del “fast fashion” desarrolladas por la industria como es el caso de Inditex. Y de verdad, si lo piensan bien,  es imposible consumir la ropa que la industria nos propone. No es una cuestión de hacer la ropa más barata como la industria propone sino una cuestión mucho más práctica que es simplemente que no disponemos de tiempo y espacio para tanta ropa, para consumir tanta moda. Uno de los ejemplos que más me llaman la atención y que seguramente sorprendan al lector es la sustitución de los fuegos artificiales por Drones. Es un ejemplo doble, por un lado ejemplifica lo ya explicado dado que pasamos de consumir fuegos artificiales a alquilar drones con el mismo objetivo pero con la ventaja de que los alquilamos para un evento concreto. Al mismo tiempo es un buen ejemplo de disrupción tecnológica. Que espabilen las empresas de fuegos artificiales y sino esperen a ver un espectáculo nocturno de drones con luces como ocurrió en 2018 en la Superbowl de Texas o en la nochevieja del 2019 en Shanghai. Personalmente y tal y como describí en uno de mis artículos “España, Baleares y la Innovación” no me olvidaré de un show de drones en la celebración de un evento empresarial de la APD en madrid hace tan solo un año, fue algo único. Ojalá tenga la oportunidad de ver uno como el de Shangai.

En definitiva, todas aquellas empresas que no conozcan los cambios “radicales” que ya están aquí y se anticipen en cómo van a afectar a la demanda y a los modelos de negocio tendrán serios problemas de supervivencia. Nunca ha sido más importante para las empresas conocer profundamente las necesidades de sus clientes, y estar cerca de las nuevas generaciones y de su relación “simbiótica” con la tecnología. Desde aquí me comprometo a hacer lo posible para ir informando de todo aquello que me parezca interesante observar, analizar y transmitir, esperando que les interese, hasta la próxima.